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21/03/17 > Relaciones humanas en tiempo de internet

El tema de la columna del 21 de marzo, tiene relación con las relaciones humanas en tiempos de internet.

El sociólogo Zygmunt Bauman en un libro llamado “Amor líquido” se interrogaba acerca de los modos de encontrarse y sobrevivir que tienen los sujetos de la posmodernidad y en este camino expresaba: Los habitantes de nuestro moderno mundo líquido dicen que su deseo, su propósito o su sueño es “relacionarse”, pero en realidad ¿no están más bien preocupados por impedir que sus relaciones se cristalicen y se cuajen? ¿Buscan realmente relaciones sostenidas? ¿O desean más que nada que esas relaciones sean ligeras y laxas?

Un vehículo que puede garantizar la  idea de simulacro en la constitución idílica de pareja lo constituyen los sitios on line para conectarse.  En este sentido conectarse refiere a la red como espacio donde producir un encuentro virtual en períodos de libre merodeo. En una red las relaciones se establecen a demanda, y pueden cortarse a voluntad. Siguiendo a Bauman (2008), una relación “indeseable pero indisoluble” es precisamente lo que hace que una relación sea tan riesgosa como parece. Sin embargo para este autor, una conexión indeseable es un oxímoron las conexiones pueden ser y son disueltas mucho antes de que empiecen a ser detestables[1].

A diferencia de las relaciones de la modernidad (compromisos a largo plazo y estabilidad matrimonial) las relaciones virtuales de la posmodernidad son de fácil acceso y salida. Uno siempre puede oprimir la tecla “delete” o “supr” y sin mayores culpas “eliminar” o “tomar distancia” de ese otro con el cual estaba en conexión.

Por otro lado, existe una dificultad que  habitualmente olvidamos y que nos exige como cibernautas poder reconocer el tipo de comunicación: la palabra escrita sólo muestra en parte lo que pensamos y sentimos. Los gestos, la entonación de la voz, los silencios, las posturas corporales, etc. confirman o desaprueban nuestras palabras, les dan énfasis o las hacen intranscendentes. Las reacciones emocionales trasmitidas de diferentes formas se convierten en su telón de fondo. En definitiva, el contexto define y da sentido a una determinada relación. 

La comunicación on line proporciona un tipo de información que va más allá del contenido concreto: lo que se dice, cómo se dice, cuando se dice, lo que se calla, lo que se pregunta, incluso el lugar o el modo como los interlocutores han llegado a tener ese contacto, etc. se convierte en el marco que da sentido[2].

Todo lo publicado en los sitios on line de encuentros y de socialización formará parte de nuestra reputación, de cómo gestionamos esa reputación dependerá también del tipo de lazos que establezcamos.

Como mencionamos anteriormente, existen aplicaciones, plataformas creadas para producir el encuentro, la conexión con otros.

Algunas de estas Apps son:

  • Tinder opera como un intermediario que, tomando en cuenta los datos de perfil de Facebook del usuario, brinda opciones de personas compatibles en edad, intereses, zonas geográficas y amigos en común. El usuario puede ver desfilar fotos de posibles candidatos con algo de información (como el nombre de pila y la edad) a los cuales debe calificar con una cruz o un corazón. Según la compañía, este simple ejercicio (rankear profiles) se lleva a cabo 500 millones de veces en un día. Sólo si uno le dio el OK a una foto y esa misma persona hizo lo propio con uno, el usuario se entera si hubo coincidencia. En ese caso se produce un match y se habilita un chat. Uno de los mayores logros de Tinder, es rastrear los intereses basados en los likes del Facebook, y al encontrar no sólo eso, sino más de un amigo en común, una edad o profesión parecida, y un atractivo físico, el match está casi garantizado.
  • Happn: En esta App los usuarios que se cruzan en la calle pueden encontrarse en el sitio on line. Si al usuario le gusta la persona con la que se cruzó en algún sitio tiene que indicarlo en la app, de haber coincidencia recién ahí tendrán la posibilidad de comunicarse entre sí. El pilar de este tipo de apps pilar de este tipo de apps es la inmediatez. Una persona se cruza con otra, no se hablaron, abren el software y si esa persona también lo usa automáticamente pueden verse con el lugar y la hora exacta en la que se encontraron. 

Esta plataforma nació hace dos años y cuenta con más de 4 millones de usuarios en el mundo.

  • The League: Se trata de una App exclusiva, donde el mundo intelectual es el que cuenta con ventaja. Aquí no se trata de encontrar alguien bello o con un capital económico importante, sino que es el capital intelectual el que suma puntos a la hora de unir personas. El valor radica en los créditos académicos y en las instituciones donde esas personas fueron formadas.

Por último, podemos añadir y volviendo a Bauman, que estas instancias de conexión suponen un deseo sin espera, esfuerzo sin sudor y resultados sin esfuerzo, características propias de los tiempos de modernidad tardía.


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[1] Bauman, Z (2008) Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. 1ed. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica

[2] http://www.cop.es/colegiados/ca00088/pag14.htm