La regulación de Internet en la Argentina
08/04/2020 Internet es uno de los instrumentos de producción y de divulgación cultural más importante de la historia humana. Quien lo administre tendrá una herramienta política fundamental del orden geopolítico internacional.
Tal cual lo denunció en el año 2013 Edward Snowden, las agencias públicas norteamericanas en acuerdo con las corporaciones privadas que proveen de Internet, reúnen, ordenan y utilizan la información de las personas y de los gobernantes. Las nuevas tecnologías son el medio para implementar el sistema de espionaje, manipulación y de control más efectivo que haya existido.
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Internet y la economía
Internet y sus aplicaciones son un recurso fundamental para el desarrollo productivo de los países. Desde allí se movilizan las finanzas, se instalan consumos, marcas y tendencias en la población y se pone en juego la posibilidad de alcanzar la independencia económica.
La administración de las nuevas tecnologías conforma un importante negocio. Los proveedores de Internet en el país se integran en monopolios de telecomunicación y un grupo reducido de corporaciones administran esta y otras actividades como la televisión por suscripción y la telefonía. En Argentina los tubos, cables, fibra óptica, routers y centros de datos, son controlados por las mismas empresas que proveen servicios de telecomunicaciones. El mercado tiene tres compañías protagonistas: Cablevisión (Grupo Clarín), Speedy (Telefónica) y Arnet (Telecom). Telecom y Cablevisión se fusionaron en el último gobierno.
La conexión de Argentina con Internet depende, casi en su totalidad, de tres cables submarinos que convergen en la localidad de Las Toninas. El despliegue de la infraestructura está en manos de un puñado de corporaciones privadas nacionales y multinacionales.
Internet: orden público y defensa nacional
Internet recibe, ordena y utiliza información de los individuos y es por eso que se pone en juego su privacidad, su libertad y su seguridad. Las corporaciones manipulan los datos registrados en los buscadores como Google o Yahoo, las geo-referencias de los GPS de los celulares, la información de los chats y las llamadas telefónicas. Utilizan también la inmensa masa de datos que circulan en las redes sociales.
Internet ha contribuido a que la información y los bienes culturales circulen superando limitantes de distancias, costos y formatos y cumple una función central en la construcción de la identidad colectiva de la comunidad nacional.
Potencialmente, a partir de Internet se pueden desprestigiar regímenes políticos, debilitar gobiernos y movilizar a la opinión pública. De la misma manera que se logra a partir de los medios tradicionales, pero con un alcance superior y con mucho menor costo.
La regulación y el manejo de las nuevas tecnologías conforman un tema central de la defensa nacional y ningún Estado soberano puede dejar su desenvolvimiento en manos de la imprevisión. Geopolíticamente hablando, Internet tiene la fuerza de un ejército de millones de hombres que no se detienen en las fronteras y que ingresan a combatir en todos los rincones.
Proteger individuos, pueblos y naciones
El desenvolvimiento de Internet adquiere connotaciones de orden económico, político y de seguridad nacional. Frente a esta realidad el Estado Nacional debe favorecer y perfeccionar:
- El acceso democrático a Internet y a las nuevas tecnologías;
- La libertad y la privacidad de los individuos que utilizan el sistema;
- La lucha contra los delitos informáticos comerciales, contra los menores, contra el Estado y la seguridad de las personas;
Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios invirtió importantes recursos en fibra óptica. Con esta acción se garantizó el acceso a Internet en muchos lugares donde el sector privado no invierte. Como complemento, el programa Conectar Igualdad distribuyó computadoras para disminuir la brecha digital.
La ley 25.326/00 estableció los “Principios generales relativos a la protección de datos. Derechos de los titulares de datos. Usuarios y responsables de archivos, registros y bancos de datos. Control. Sanciones. Acción de protección de los datos personales”.
En Argentina se sancionaron algunas normas para combatir estos delitos. La ley 26.388/08 regula Delitos Informáticos y la 26.904/13 protege la integridad sexual delos menores. La ley 27.126/15 le otorga a la Agencia Federal de Inteligencia facultades para enfrentar los ciberdelitos. En el país existe una Dirección Nacional de Ciberseguridad y la resolución 829/19 aprobó la Estrategia Nacional de Ciberseguridad.
Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios invirtió importantes recursos en fibra óptica. Con esta acción se garantizó el acceso a Internet en muchos lugares donde el sector privado no invierte. Como complemento, el programa Conectar Igualdad distribuyó computadoras para disminuir la brecha digital.
La ley 25.326/00 estableció los “Principios generales relativos a la protección de datos. Derechos de los titulares de datos. Usuarios y responsables de archivos, registros y bancos de datos. Control. Sanciones. Acción de protección de los datos personales”.
- La circulación de información veraz combatiendo la falsedad informativa e impidiendo la desestabilización social y priorizando el orden colectivo;
- La formación y conservación de una cultura federal y nacional en el país, garantizando el derecho de cada pueblo a ejercer su identidad;
- El desenvolvimiento de la empresa y de la economía argentina;
- La estabilidad política y la defensa nacional.
La no regulación beneficia a las corporaciones
La idea de “Gobernanza de Internet” se trató en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información organizada por las Naciones Unidas. La gobernanza supone que los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil aplican una serie de principios o procedimientos generales para la utilización de Internet, garantizando así su libre desarrollo y evolución. Sin embargo, las reglas de esa gobernanza fueron establecidas inicialmente por los Estados Unidos cuando decidieron privatizar y comercializar Internet.
Existen espacios de discusión —como el Foro Mundial para la Gobernanza de Internet— que promueven principios rectores para guiar su funcionamiento, pero allí no se toman decisiones sobre su administración.
El crecimiento acelerado y la actualización permanente de la tecnología dificultaron el necesario y estratégico debate acerca de la necesaria regulación de Internet. Asimismo, en el caso argentino y sudamericano la dependencia con los Estados Unidos trajo aparejada la asimilación de su ideología. Las corporaciones norteamericanas difunden el mito de la supuesta horizontalidad y libertad del sistema, que justifica su actual funcionamiento.
En el siglo XX la “libertad de prensa” se convirtió en la justificación del dominio informativo de las firmas extranjeras, que hicieron de la noticia un instrumento político y comercial. En nombre de la libertad, lo que se hizo fue suprimirla y los pueblos y los gobiernos quedaron sujetos a las operaciones de las corporaciones. De manera similar, actualmente se difunde la supuesta naturaleza libre de Internet, que no puede tener limitantes de fronteras para su desenvolvimiento. Se ha erigido de esta manera la ficción de que la circulación de datos es democrática y neutral y que les permite a todos los individuos la misma posibilidad de expresarse.
Lejos de este escenario, un grupo de corporaciones norteamericanas ligadas a los gobiernos y a los factores de poder de cada país ordenan y administran aspectos trocales del funcionamiento de Internet. No es la democracia en red la forma en que circula la información, sino que son la lógica comercial y los intereses políticos los que ordenan el sistema.
Los organismos internacionales, que delinean los principios que debe guiar la regulación de Internet no garantizan la trasparencia en su funcionamiento. En realidad, en la mayoría de los Estados del planeta son las corporaciones y el poder político norteamericano quienes ordenan los flujos de datos y su utilización.
Los modelos actuales de organización de Internet
Los Gobiernos de las principales naciones del planeta están impulsando tres grandes estrategias de funcionamiento:
– Modelo 1. Auto-regulación y privatismo: lo promueven los Estados Unidos. En nombre de la no regulación gubernamental y de la libertad se le otorga el poder a las corporaciones norteamericanas que desarrollaron y que controlan el desenvolvimiento de Internet y que garantizan el sistema de manipulación y de espionaje.
– Modelo 2. Regulación pública en el marco del mercado privado abierto: lo proponen los países europeos en encuentros internacionales. Los Estados buscan integrar un sistema mixto de propiedad pública y privada con regulaciones que garanticen los derechos individuales, colectivos y nacionales de los usuarios. Los escándalos desatados por los espionajes realizados a mandatarios europeos, oficiaron como un llamado de atención sobre la fragilidad de sus Estados frente al avance de las nuevas tecnologías.
– Modelo 3. Control estatal: China impulsa un esquema regulado por el Poder político Central. El Estado impulsó un importante plan de democratización del acceso a la red en el país y en 2016 ya había 750 millones de personas conectadas. Desde el año 2000 el Gobierno aplica el Escudo Dorado o cortafuegos que orienta el acceso a los datos de los usuarios. En 2010 publicaron el Libro Blanco que reivindica la soberanía nacional china sobre el funcionamiento de Internet. En China hay importantes empresas controladas o cogestionadas por el Estado que proveen buscadores (Baidu), mercados de pago (Alibaba), plataforma de videos (Alibaba desarrolla YoukuTudou), redes sociales, video juegos y mensajería instantánea (Telecendesarrolló Wechat, Qzone y Alibaba a Sina Weibo).
Perspectivas
En la Argentina Internet funciona en base a los principios de los Modelos 1 y 2, aunque el primer esquema es el predominante ya que las principales plataformas y el software utilizado es norteamericano. La infraestructura que permite la conectividad está en manos de empresas privadas.
La ley 27.078/14 declaró «de interés público el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, las Telecomunicaciones, y sus recursos asociados, estableciendo y garantizando la completa neutralidad de las redes». Si bien la norma se propone garantizar la «neutralidad de la redes», este principio no se ha logrado. Los proveedores de servicios de conectividad interfieren en lo que circula en Internet y los bienes culturales extranjeros, principalmente norteamericanos, tienen total primacía por sobre los nacionales, sometiendo a la población argentina a potenciales manipulaciones y desprotección de sus datos personales.
La no regulación de Internet en niveles como el de infraestructura y contenidos, funciona como una regulación a favor de las corporaciones. En este marco, creemos que las organizaciones libres del pueblo y el Estado deben intervenir en la fijación de normas que garanticen la defensa de los derechos sociales y públicos de los usuarios de Internet.
Asimismo, nuestro país tiene que promover acciones y normas de carácter regional. El MERCOSUR y el conjunto de Estados sudamericanos deberían consensuar criterios para luego impulsarlos en los foros y encuentros internacionales que debaten la Gobernanza de Internet, para poder lograr que sus principios rectores contemplen también la soberanía y defensa nacionales de los países de la región.