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16/05/17 > La irrupción de la tecnología en nuestros vínculos: Phubbing

En la columna del día de hoy, abordamos con la colaboración de la Licenciada en Psicología Gabriela Apat, algunos interrogantes acerca de la incorporación de la tecnología a nuestras prácticas habituales y cotidianas.

¿Hacia dónde vamos con la tecnología?  Lo que parece cada vez más palpable es una creciente prescindencia del cuerpo del otro. El face to face como se suele decir, la presencia del otro, la calidez de su cuerpo parece ser cada vez menos necesaria, la pantalla va copando la parada, entonces el interrogante persiste… ¿hacia dónde vamos con la tecnología?… Y la cuestión tiende a radicalizarse, sin ir muy lejos, hace algunos días se publicó en el diario una noticia en la que informaron acerca de un desarrollo científico que permite crear un útero artificial para terminar la gestación de bebes de oveja prematuros. Nuevamente aquí vemos que el cuerpo se va a haciendo cada vez menos necesario. Respecto de este tema, creemos que no hay que adoptar posturas ni tecnofóbicas ni tecnomaníacas, pero sí vale preguntarse ¿hacia dónde vamos?  Sí, vale preguntarse cómo la tecnología va alterando, modificando nuestra existencia, nuestras formas de estar con otros.

A partir del año 2007, se empezó a hablar de un término nuevo sobre un nuevo fenómeno que surge en la serie del bulling y el mobbing, como nueva manifestación del malestar en la cultura, se trata del phubing. La palabra phubbing resulta de la conjunción entre phone (teléfono) y snubbing (desaire), y se define como: «El acto de desairar a alguien en un entorno social por mirar al teléfono en vez de prestar atención». Este fenómeno fue bautizado en los Estados Unidos y nació a la par de la creación de los smartphones y la problemática se ha trasladado al seno de la familia y a la intimidad del hogar. Hay incluso un sitio web que se llama stop phubing, en el que hay una descripción de este comportamiento y algunas propuestas para enmendarlo, para hacer que el phubber se dé cuenta de su descortés hábito, lo que deviene en un malestar contemporáneo.

¿De qué se trata esta práctica? Sencillamente consiste en mirar el celular olvidándonos del entorno. Cuántas veces asistimos a reuniones en grupo con amigas, familiares o incluso en cenas de pareja donde el celular se encuentra a la orden del día. Basta levantar la vista en un bar o restaurante para observar el fenómeno en acción.

Distintos estudios aseguran que el 80% de los adolescentes prefiere el contacto virtual antes que el presencial. Claramente, estamos frente a una nueva manera de relacionarnos, socializar a través de la tecnología móvil.

Esta nota nos abre un interrogante, ¿podemos echarle la culpa de esto a los smartphones? Uno también puede ignorar al otro sin necesidad de recurrir a este dispositivo tecnológico, por ejemplo la mesa familiar ideal tal como uno la imagina -o la ve en las propagandas de Coca Cola o de milanesas de soja con todos charlando y riendo y papá sentado en la cabecera de la mesa- está en crisis desde siempre, esto no es novedad. Este ideal está en crisis desde siempre porque una familia es un poco eso: es cómo hacer para sobrellevar la conflictividad inherente al vínculo con los otros, es decir, no hay familias conflictivas, la familia es un conflicto para todo ser hablante; y entonces con la aparición del dispositivo tecnológico, podríamos preguntarnos, ¿cuál es la función de ese gadget allí? Cuando digo allí digo para esa familia, para esa pareja, para esos sujetos. ¿Por qué escuchar el radioteatro, mirar la tele o nos sumergirse en las profundidades (o pliegues) de la web con nuestro teléfono a la hora de la cena? ¿Para qué? Bueno, creo que la pregunta es orientadora.

En las jornadas de la EOL del año pasado, se analizó un caso acerca de un niño autista. Sus padres se preocupaban porque no podían despegarlo de la Tablet, dispositivo que lo acompañaba a todos lados incluso al consultorio del analista, ante cada intento de alejarlo de este objeto se desencadenaba una crisis que sólo se resolvía devolviéndoselo. Bueno, el analista en sesión tomó este dispositivo y comenzó a entablar una relación con su paciente siempre mediada por la Tablet. Este objeto para este niño resulta ser la única vía posible para hacer lazo con otros. Se trata de una patología en la que la presencia de los otros se transforma en algo intrusivo, amenazante para el sujeto y la pantalla le permite poner un filtro entre él y los otros, filtro que al no poder establecerse simbólicamente, el niño se vale de gadget para poner. Bueno, es un uso del gadget que lejos de ser un problema como pensaban los padres, es una solución.

Otro ejemplo, pero en este caso de la vida cotidiana:

Situación: la hija en su habitación arriba, la madre abajo mirando una película, suena el celular, un mensaje de whatsapp

  • Hija: ¿ma, me haces un té?
  • Madre: banca 10 que ya termina la peli.

Vale preguntarse ¿son los dispositivos tecnológicos un problema? El problema reside en los usos que hacemos de las herramientas que nos brinda la tecnología. Creo que adoptar una postura abolicionista no es conducente, no por lo menos sin antes preguntarnos ¿para qué los usamos?

Es cierto que cada vez más los teléfonos se transforman en una extensión de nuestro cuerpo, nos acompañan a todos lados y cuando no los tenemos, ya no sabemos para donde disparar. Hay un miedo a la falta de conexión, a no poder comunicarse. Tenemos hoy la necesidad de estar conectados, porque vivimos en un mundo en el que cada vez más los vínculos se dan a través de las redes sociales y cada vez menos en el encuentro face to face, casi como si la imposibilidad de conectarse vía internet acarreara el peligro de la desaparición del otro. Bueno, hay muchos interrogantes que se abren a partir de esto, pero la hiperconexión es una marca de la época sin lugar dudas, y nos cabe la responsabilidad de estar a la altura, aunque más no sea haciéndonos preguntas.

Lo mismo se verifica en las aulas, podemos prohibir el uso del celular en el aula, creo que la cuestión reside en los límites.   

 

Links de interés:

http://stopphubbing.com/

http://quesignificado.com/phubbing/

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